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martes, 20 de noviembre de 2012






Bienvenidos a este blog en el cual a continuación te presentaremos las distintas danzas y sus culturas que asen único a este país y a sus mexiquences, esperemos que queden satisfechos y admiren la riqueza de este país y  su gente. 




Folklor principal en México:

La bamba - veracruz
Jarabe pateño: coahuila
Jarabe mixteco - Oaxaca
Danza del venado - Sonora
Danza de Concheros - Estado de mexico
Danza flor de Piña - Oaxaca
Danza de los voladores de papantla
Jarabe tapatio - Jalisco
Danza de los quetzales - Puebla
danza de las plumas - Oaxaca
Danza de baila viejo - Tucta y Guaytalpa, Nacajuca.
Danza de los matachines - Baja California 


La bamba:







El Estado de Veracruz, representa una fuente interesantísima de tradiciones, creencias y costumbres riqueza vegetal y animal que la ha distinguido de las demás regiones y entidades, sus principales cultivos han dado la pauta para realizar fiestas tradicionales de la fruta que más abunde, el programa que presenta el BALLET FOLKLORICO DEL CENTRO DE SEGURIDAD SOCIAL DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL, REGION XALAPA, se orienta a manifestar el gusto de la región sotaventina para representar en sus sones la presencia de algunos de los animales más conocidos de la región, de aquí, que se hayan seleccionado sones como: LA GUACAMAYA, LA IGUANA Y EL COCO, completando el programa con los sones clásicos de cualquier festividad como BODAS, bautizos, cumpleaños, fiestas patronales, etc. tales como: EL ZAPATEADO JAROCHO Y LA BAMBA, de manera tal, que en conjunto se muestren en un fandango jarocho las características más importantes de ésta representativa región del Estado de Veracruzpopulares, que han sido transmitidas a través del tiempo por medio de la danza. La región de Sotavento en el estado de Veracruz, posee una.


Jarabe pateño:




Jarabe Pateño es originario de General Cepeda, Coahuila
Los campesinos alegres y sencillos del municipio de General Cepeda celebran con fiestas la recolección de sus cosechas. En estas ocasiones se baila el Jarabe Pateño, llamado así porque sus primitivos pobladores fueron los indios “patchos”.
El Jarabe tuvo su origen en el Charco del Tulillo, tiene sones antiquísimos, que datan de cuando estos lugares constituían en el Siglo XVII el Marquesado de Aguayo y Santa Olaya. Los pasos de este jarabe, algunos de imitación, fueron recopilados y presentados en el año 1931.
El Jarabe tuvo su origen en el Charco del Tulillo, tiene sones antiquísimos, que datan de cuando estos lugares constituían en el Siglo XVII el Marquesado de Aguayo y Santa Olaya. Los pasos de este jarabe, algunos de imitación, fueron recopilados y presentados en el año 1931.




Jarabe mixteco:



En el Oaxacado se representan a un zopilote y a un coyote que se disputan una presa; ella, que es el zopilote, realiza movimientos llamativos de faldeo con lo cual simula su ataque y él se defiende y también ataca. En El Toro la mujer manifiesta el dominio que tiene sobre el hombre; ella desprende de su cuello la mascada con la cual llama, juega y burla al toro que es representado por el hombre y éste a su vez intenta embestirla. Por último, en El Jarabe final la pareja realiza un torbellino de movimientos, uno alrededor del otro hasta que se llega al final donde la dama cae en los brazos del varón y se cubren la cara para darse un beso.
 Lo antes mencionado y referente a los sones y pasos, es como ya se dijo, solamente un ejemplo ya que este bellísimo Jarabe es riquísimo en su conjunto, en cuanto a música, movimiento y coreografía.
El Jarabe Mixteco es otro de los tesoros que nuestra región comparte y del cual, todos los Mixtecos nos sentimos verdaderamente orgullosos, porque manifiesta la sensibilidad de nuestros ancestros y el reconocimiento y sentimiento de nuestra Mixteca actual.


Danza del venado:




En general este tipo de danza está enfocada a aspectos religiosos y rituales de los mayos de Sonora y Sinaloa y los yaquis de Sonora. La celebración de la danza del Venado establece un culto solemne a la Madre Naturaleza que ejerce el rol de la vida cíclica del animal, representa los ritos de amor y reproducción de la vida.
El danzante de Venado participa hacia el Altar del Poniente, la danza permite homenajear con los ritos de amor al “Elemento Agua” y a la Madre Naturaleza , participan los tres Cantadores de Venado y el tambor de agua, este acompañamiento musical es una clara relación con los cultos totémicos mayos que son por entero constantes en su arte consagrado a la concepción mítico- religiosa, que actualmente prevalece aún sincrética.Paralelamente aparece la figura del danzante de paskola cubriendo su rostro con una máscara y golpea la palma de mano con la sonaja rítmicamente para interpretar ante el Altar del Oriente del “Elemento Aire”, donde se reproducen los sones de támpora o támpora o tambor y bakakusia o flauta cuya temática establece una estrecha relación con la flora o la fauna y el período de tiempo en el que imita a alguno de los elementos del entorno natural del venado.De acuerdo con las tradiciones de la tribu mayo del estado de Sonora, se realizan varias danzas, destacando entre ellas la tradicional danza del venado; tomando como aspecto fundamental el movimiento de la tierra en relación con el sol.El danzante se cubre la cabeza con un paliacate rojo, que ata casi a la altura de la frente, dejando caer hacia atrás los ángulos del paliacate; ajusta sobre su cráneo, una cabeza de venado disecada de tamaño regular, la cual se adorna con listones de colores amarillo, blanco, verde y rojo, dándole a los cuernos de la cabeza de venado la importancia real, en este caso, luce la ornamenta con flores o moños de vivos colores y, según la filosofía de los mayos, representan el contacto con la naturaleza y recupera la vida.

La cabeza de venado se sujeta con correas en la barbilla del ejecutante. En el cuello, el danzante porta un paliacate de color rojo; en algunas comunidades, se pueden observar, camisas con flores bordadas de vistosos colores.El danzante viste un calzón de manta que le cubre hasta los tobillos. Alrededor de la cintura y hasta la rodilla lleva una zapeta circular, como una media falda de manta y la sujeta con una wikosa o faja ancha de lana  de color negro, sobre esta faja, amarra a la cintura un paliacate rojo.En seguida, se colocan los Rij’ jutiam (cinturón de pezuñas de venado) que simbolizan la agilidad y alegría del venado, en las manos, porta las ayam o ayales, es decir, las sonajas que representan el susto del venado ante el enemigo.En las pantorrillas, lleva una sarta de ténabarim (capullos de mariposa), que suenan con el movimiento del danzante y que representan el oído sensible del venado.En relación a la música, escenifica el presente, predice el futuro, interpreta con todo rigor, un ceremonial dedicado a la Madre Naturaleza de su Universo.La música tiene función evocadora de la cosmogonía tradicional; también los cantos son alusivos a la fauna y a la flora y son interpretados por los masso-buik’lerom o cantavenados, al mismo tiempo que se escuchan tres jirukiam o raspadores de madera de brasil que son colocadas sobre las wejam o jícaras que hacen la función de caja de resonancia, cuando las Jirukiam son frotadas por una vara o vástago para reproducir el peculiar sonido de la armonía que simboliza el choque del viento con la tierra.En la Danza del Venado, se utilizaba un recipiente de barro llamado baamela wejam, actualmente es una tina de aluminio grande que se encuentra enterrada al ras de la tierra, además, debe estar llena de agua hasta el borde. Sobre el agua se coloca una weja o jícara, con el corte hacia adentro del recipiente y cuida que no escape aire al colocarla sobre ella. El músico sostiene la jícara por medio de un pequeño cordón con la mano izquierda para que no se desnivele, y con la mano derecha, toca la parte convexa de la jícara con el baajíponia (trozo de madera cubierta por una hoja seca de maíz, sujeto con un cordón de ixtle). Este reproduce el sonido del bajo y representa los latidos del corazón del venado.El venado, símbolo de la existencia de una raza, es pues, espíritu que motiva a los padres e hijos para regocijarse en la tradición oral de los Achai Leim (Gobernadores Mayores), los Fiesteros y para la comunidad en general.El carácter interpretativo que contemplamos del danzante de venado, asume el papel del animal sagrado de los ancestros que fue concebido, como una divinidad al establecer los vínculos entre los elementos del universo: tierra, agua, viento y fuego ante el Dios Taa o El Sol y ello representa las energías que provocan entusiasmo a los mayos y amor a la vida.

Danza de concheros:





Con la caída del imperio azteca en 1521, los misioneros prohibieron el uso de instrumentos de percusión ya que eran considerados paganos. Los misioneros introdujeron los instrumentos de cuerda en l525. Las guitarras hechas del caparazón de armadillo fueron creadas inicialmente en 1531. Considerado como un animal sagrado, este instrumento podía ser utilizado por los indígenas en sus bailes sagrados en conjunto con las mandolinas españolas. Este nuevo instrumento fue llamado concha.

Se cree que esta es la razón por la cual los bailarines fueron llamados concheros. Otros creen que el nombre proviene de las bandas de conchas (ayoyotes) los cuales están atados alrededor del tobillo del bailarín.

La danza tradicional religiosa de los concheros está envuelta en una simbólica reconquista de México. Se dice que su fundación se remonta a julio 25 de 1531 en la que hoy en día es la ciudad de Querétaro. Vestidos con coloridos disfraces, forman un círculo y mantienen vigilias toda la noche, las cuales combinan con prácticas y creencias católicas e indígenas. El nombre de conchero fue dado originalmente a un bailarín quien conocía los bailes tradicionales y podía tocar los timbales y entonar plegarias a Dios. Cuando la corporación de concheros de México fue fundada en 1922, el nombre de concheros fue usado para aquellos bailarines asociados con la corporación. Solamente los bailes de la conquista están dentro del repertorio de la organización.

La danza ritual fue llamada Macehualiztli, que significa (mereciendo) una popular danza Netotiliztli. Los pasos de la danza son representativos de la naturaleza y la humanidad relacionados con la vida. Las vueltas y los giros representan la fertilidad y otras combinaciones representan la tierra y las cosechas. Girando en el aire representan el alma, pasos atrás y hacia adelante el fuego, mientras que los pasos en zig zag significan el agua.

En la tradición de danza conchera, se han preservado, a través del rito, el canto y la danza, elementos de las antiguas culturas operando en un proceso de sincretismo, que ha permitido que la herencia de nuestros ancestros siga viva en el México actual
'Concheros' 

Las mesas de danza están organizadas como en la milicia, se cuenta con un general, capitanes, malinches, sargentos, alferez y la tropa. Existe un orden jerárquico con fines de mantener el orden y organización interna del grupo. Las ceremonias se dividen en dos fases, tomando como referencia el principio de dualidad, llamado Ometéotl. La primera etapa es la llamada “velación”, que representa la energía de la noche, el jaguar, la madre tierra, el principio femenino. En esta ceremonia el danzante se purifica, se prepara a través del canto y alabanzas, el toque de instrumentos como la concha, el caracol, la sonaja, la chirimía, la elaboración y la presentación de ofrendas, los bastones y custodias, cubiertas de flor, para renacer al nuevo día purificado y limpio espiritualmente y así presentarse ante la vibración solar.

Aquí viene la segunda etapa que representa al día, al águila, la energía solar, el principio masculino. En la danza es importante la formación del círculo, el saludo de la comunidad a los cuatro vientos, a las seis direcciones del universo, lo que permite al conchero integrarse al ritmo de la vida del planeta y del cosmos. El centro del círculo de danza es considerado un lugar sagrado y es ahí donde se coloca al sahumador, la braza sagrada con sus aromáticas esencias y las ofrendas que se portan. Ahí se marca el eje de energía, que reverbera en círculos concéntricos permitiendo que todo el grupo se transforme en una unidad.

Cada danza posee ciertas cualidades. Los movimientos están relacionados con cuentas matemáticas, la “geometría sagrada”. Con los pies se está haciendo un llamado a la madre tierra, se le saluda, con los brazos se realiza una conexión con el cosmos y así cada movimiento tiene la idea de sanar, armonizar, crear salud y abundancia. Finalmente, al levantar los brazos se señala un desprendimiento del espíritu hacia Dios.

EL ATUENDO


En sus orígenes el atuendo de los concheros era igual para hombres y mujeres, pero con el tiempo se ha tendido a imitar el vestir característico de las damas y caballeros aztecas. Actualmente, el atuendo básico de la mujer es el huipil y la enaguilla. La sonaja y los cascabeles o hueseras son símbolo crotálico que imita el sonido de la serpiente; las plumas del copolli, penacho o corona son un símbolo solar, una búsqueda de la unión con el corazón del cielo.
'Concheros' 


El atuendo masculino consta del taparrabos o maxtle, pectoral, rodilleras, brazaletes, tilma o capa, faja, escudo, además de la sonaja y el penacho.

LAS CEREMONIAS


La tradición de los concheros es en verdad interesante y algo que seguramente querrás ver de cerca. Por eso, te pasamos toda la información de lo que irá ocurriendo del día 12 al 15 de septiembre: La velación conchera dará inicio desde día 12 a partir de las 20:00 horas. Aquí se recibirán ofrendas por las mujeres sahumadoras mientras se cantan alabanzas hasta las doce del día del 13 de septiembre.

Entonces se dará inicio al recorrido de cientos y cientos de danzantes concheros venidos de diferentes puntos del país, que bajarán como una gran cascada desde los Arcos, por Avenida Zaragoza hasta llegar al Templo de la Cruz en donde le pedirán permiso a Dios y danzarán hasta las 10:30 pm. El 14 se reanudará la danza todo el día y de igual modo el 15, día en que se pagan las mandas. Se terminará al filo de las 4:00 pm. Para que los concheros puedan regresar a sus lugares de origen. Indudablemente que se vivieron tiempos difíciles en las épocas de la conquista y era importante preservar la sabiduría. Una forma excelente de hacerlo, que ha estado siempre a la vista de todos, han sido las fiestas rituales. Los concheros han sabido preservar tradiciones que rescatan nuestra cultura y nos hacen ser parte de un ayer que, aunque a veces se nos olvide, es nuestro.


Danza flor de piña:



Algo que es bien sabido y notorio es que en México las fronteras políticas casi nunca corresponden a las fronteras geográficas o naturales, y menos aún, a las fronteras culturales. El "País de las Piñas" existe entre Oaxaca y Veracruz, en la cuenca del Papaloapan. La capital de este "país" es la ciudad de Loma Bonita en Oaxaca, y entre sus lugares importantes se encuentran Tuxtepec, en Oaxaca, y Villa Isla, Amatlan de los Reyes, Azueta, Chacaltianguis y Rodríguez Clara, en Veracruz.
Un estudio del Banco de México [1] nos revela que tres cuartas partes de la población del "País de las Piñas" es población flotante, es decir, gente que no es originaria del lugar, pero que acude en las temporadas de actividad agrícola o industrial, en Veracruz de abril a julio, y en Oaxaca de marzo a agosto.

Esta información la proporciona la Comisión Nacional de Fruticultura [2], señalando que la actividad en las plantas empacadoras de piña también coincide con ese calendario.
Es notable la diversidad étnica de la población flotante, y entre las etnias más regulares, hay que citar a los nahuas, popolocas, afromestizos e indomestizos de Veracruz, así como cuicatecos, mixtecos, mixes, triquis, chinantecos y mazatecos de Oaxaca.
Siendo mayoritaria la población indígena que trabaja en el "País de las Piñas", no es extraño que previo al inicio de las cosechas de la fruta se efectúe una ceremonia que involucra una danza como la que describiré en esta ocasión.
Bien importante es aclarar que no hay que generalizar, pues la ceremonia y su danza cambian según la etnia que la realiza. Depende también de los recursos económicos y humanos de que se dispone en el momento y de la "calidad" de los espectadores.
En la representación común que suelen hacer las mixtecas de la Costa, que ocasionalmente van a trabajar al "País de las Piñas", comienza la danza una mujer joven, que es la única participante. Su vestimenta consiste en una larga falda de tela blanca que le cubre de la cintura a los tobillos. La falda no es ni holgada ni estrecha y permite a las piernas accionar sin ninguna dificultad. El complemento es una especie de capa, también de tela blanca, con flores bordadas en los bordes, que si bien cubre totalmente la espalda, deja un poco descubiertos los costados, al frente apenas cubre los senos. Se aprecia un gran seguro cerrando al frente la citada prenda, de no ser por él, la capa sólo cubriría los hombros y la espalda.
La danzante no usa calzado y en cuanto a su peinado, se trata de una o dos trenzas circundando la parte superior de la cabeza, con listones de colores vivos mezclados en dicho trenzado. Se omiten detalles de la fisonomía de la mujer, para evitar que alguien la juzgue como "bonita" o "fea", pues de acuerdo con las costumbres mexicanas, estos adjetivos no se aplican a las personas, a los animales, a las plantas, a ninguna creación de la Naturaleza, sólo se aplican a las creaciones humanas.
En una ocasión, se escogió para la danza un terreno rectangular, como de 20 metros cuadrados. Se pusieron piñas delimitando esta superficie, aproximadamente una cada metro. En el centro se pusieron unas 20 piñas y separada de este grupo, a unos 2 m. de distancia y hacia el sur, una piña solitaria. Por el oriente aparece la mujer. Caminando lentamente, sin apresuramiento se dirige a la piña solitaria. Cuando está junto a la piña, la mujer se sienta en cuclillas y se recoge la falda. El rostro mira al sur y en este momento da la espalda al grupo de piñas del centro.El hecho de recogerse las enaguas y exhibir las piernas es algo que sólo ocasionalmente se puede apreciar. Si en la ceremonia estuviera presente un sacerdote católico sería imposible, pues este acto se consideraría contrario a la moral cristiana.
La danzante recoge la piña y la eleva, se pone de pie, con los brazos en alto y en posesión de la piña, de inmediato se la muestra al Sol. Luego de una pausa más o menos prolongada, da media vuelta y muestra la piña al norte. Lentamente la mujer desarrolla una vuelta completa sin desplazarse del sitio donde comenzó la evolución, siempre sosteniendo la piña en alto y sujetándola con sus dos manos. No hay prisa.
Deliberadamente todas las evoluciones se desarrollan con notable lentitud y esto ofende a las mentalidades "modernas" y occidentales, pues el hombre contemporáneo siempre tiene muchas cosas que hacer y no puede soportar esta etapa de la danza. Luego de la presentación de la piña, la danza entra en una etapa muy vistosa, pues de pronto la danzante se coloca la piña sobre su hombro izquierdo. Trazando sobre el terreno círculos concéntricos, pronto llega hasta los bordes del mismo, quedando bien cerca de los espectadores y entonces se puede apreciar que su rostro muestra alegría y orgullo. Verdaderamente está orgullosa del fruto que lleva sobre su hombro.
 La danzante ha desarrollado una espiral desde el sitio donde tomó la piña y hasta que alcanza los límites del terreno escogido para la danza. Al efectuar este avance en espiral hace complicados movimientos con los pies.
Primero asienta el pie izquierdo y en seguida, con el talón del pie derecho golpea la parte interna del pie asentado. En esta evolución abre mucho el compás de las piernas y de hecho se agacha, porque también flexiona las piernas. Luego del choque talón - parte interior del pie, la mujer se endereza poniendo "talones juntos y puntas separadas". Luego estira la pierna izquierda plantando el pie con la punta desplazada totalmente a la izquierda, de modo que el talón queda listo para recibir un golpe de la parte interna del pie derecho, luego del cual asume de nuevo la posición de "talones juntos, puntas separadas".
Enseguida la mujer se pone en posición de descanso, sin juntar las manos sobre el vientre, pues siempre tiene su mano izquierda sujetando la base de la corona de la piña asentada entre su hombro y la cabeza. Esta particular posición de descanso es el inicio de la repetición de la evolución.
 Hay que reconocer la dificultad de describir mediante el lenguaje a una danza, cualquiera que sea. Lo que aquí se diga será sin lugar a dudas tan sólo un pálido reflejo de lo que verdaderamente es la "Flor de Piña", por ello, lo mejor es ir al "País de las Piñas" para ver estas celebraciones.En cuanto a la música que acompaña a la danza, se utiliza lo que hay disponible. En ocasiones especiales interviene una banda mixe o zapoteca, pero la mayoría de las veces basta con un flautero y un tamborilero que sean capaces de ejecutar un sonecito lento y sonecito rápido, según se los vayan pidiendo.Volvamos a la danza en el punto donde la dejamos. Después de dos recorridos con los pasos complicados de que se habló, la mujer toma la piña con sus dos manos y la eleva sobre su cabeza. Ahora da pasos largos al tiempo que gira en torno del eje de su cuerpo, siempre desplazándose sobre los límites del terreno. En esta etapa la mujer sonríe y, aparentemente, no resiente el mareo.Luego, como trazando una estrella de múltiples picos sobre el piso, la danzante retrocede y avanza del centro del terreno a los límites del mismo, siempre dando la cara a los espectadores y sosteniendo con ambas manos la piña sobre su cabeza. También se suceden dos recorridos de estas características y al final de ellos, la mujer toma la piña como si fuera un bebé. Con la mano izquierda tiene sujeta la base de la corona y con la derecha sostiene el cuerpo, manteniendo al fruto pegado a su pecho. Así camina dentro del terreno durante varios minutos, sin itinerario definido y sin orden en los pasos, pero aprovecha para llamar a otras mujeres al centro del terreno. Por lo común, se trata de familiares o amigas a quienes llama a unírsele en la danza. La danzante finaliza su participación colocando la piña que la acompañó en la danza junto a las otras que permanecieron en el centro del terreno. Ella se coloca en el centro pero ya no hace nada. Son las mujeres que ella escogió las que toman las piñas y las regalan a los asistentes. Reparten las que se colocaron en el centro y también las de la periferia.Desde luego no a todos les toca piña. Las mujeres suelen escoger a los que ven con cara de "extranjeros" o "no oaxaqueños", pues serán las personas que quizá el próximo año no podrán visitar el "País de las Piñas" y por ello consideran pertinente que conozcan bien el fruto. Este hecho con que concluye la danza es llamado por los oaxaqueños "la Guelaguetza".
Muchos indígenas que laboran en las faenas agrícolas e industriales asociadas con la piña erróneamente creen que no se conoce este fruto fuera del "País de las Piñas", sin embargo, resulta curioso que muchos zapotecos y mixtecos serranos que emigran a la Ciudad de México se enteran de la existencia y características de este fruto precisamente en esta gran ciudad capital, y se muestran verdaderamente sorprendidos cuando se les informa que es su Estado el principal productor de piñas.
Es bueno aclarar que el término "flor" dentro del pensamiento indígena mexicano no siempre tiene relación con el reino vegetal. Flor en mixteco es "Itá" y en náhuatl es XOCHITL, y se aplica a todas las manifestaciones humanas que son agradables al propio ser humano, flor puede significar danza, poema, canción o fiesta.
Lo anterior viene al caso porque cuando las mentalidades occidentales se enfrentan con la expresión "Flor de Piña" se escandalizan y en ocasiones emiten juicios como: "¡Qué ignorantes son los indios!, ¿Por qué hablan de Flor de Piña si cualquier gente educada sabe que la mata de piña no produce floración?". Sabiendo que "flor" se utiliza para designar cualquier actividad agradable para el ser humano, tenemos que "Flor de Piña" puede significar "Danza de las Piñas", "Poema de Piña", "Canción de Piña" o mejor aún "Fiesta de las Piñas". También es bueno saber que en lo que aquí se ha tratado de describir no hay ningún misterio. La "Flor de Piña" no involucra ningún misticismo ni esoterismo.
La danzante representa a la Tierra, específicamente a la fértil y generosa Tierra del "País de las Piñas" y el inicio de su danza es la simulación de un parto, por ello es que se recoge las enaguas y hace como que extrae la piña del interior de su cuerpo. Primero le presenta su "hija" al Sol que es su "esposo", y por tanto, padre de la criatura. Luego, la recién nacida es presentada a los familiares, a los amigos y a todos los que circunstancialmente estuvieron presentes. Es lo mismo que ocurre en la familia humana. Las evoluciones vigorosas que vienen luego de la presentación reflejan la alegría que genera el suceso. El regalo representa la indiscutible generosidad de la Tierra, que entrega sus criaturas para beneficio de los seres humanos. Recibir una piña es un acto trascendente. El que la recibe adquiere el compromiso de sembrar la corona, de donde surgirá una nueva mata de piña. Con la corteza hará tepache o la dará como forraje a sus animales y por supuesto comerá la "carne" de la piña, convidando a sus familiares y amigos. Lo anterior corresponde, desde luego, a una situación ideal, pues las oaxaqueñas no pueden predecir el comportamiento de los que reciben una piña en ceremonia. Muchas veces el destino de las piñas es triste. En la Ciudad de Oaxaca, en los "Lunes del Cerro", es frecuente observar a mexicanos y extranjeros que luego de recibir su piña, la conservan sólo mientras dura la representación de la Guelaguetza y luego la abandonan en el graderío o lo peor, la depositan en algún bote para basura. Esto es inmoral desde la perspectiva indígena mexicana.

Danza de los voladores de papantla:


Hace muchos años, un grupo de viejos sabios encomendó a unos jóvenes castos localizar y cortar el árbol más alto, recio y recto del monte, para utilizarlo en un ritual...

Dentro del inmenso misticismo que envuelve a las tradiciones de México, las danzas son quizás una de las demostraciones que más admiración causan, debido a gran parte al misterio, la belleza, la indumentaria y el colorido que las enmarca. Desgraciadamente, conforme pasa el tiempo, las costumbres tienen a desaparecer paulatinamente, y aunque existen grupos étnicos que se niegan a sucumbir ante la “modernidad”, los principios fundamentales de sus ritos ancestrales han sufrido modificaciones que ponen en peligro su práctica futura. En tal caso se encuentra la Danza de los Voladores, ovacionada por muchos pero comprendida por pocos, y en ocasiones considerada como un simple juego o muestra de valor, debido al desconocimiento de su origen y significado. Para conocer un poco más acerca de los intrépidos Hombres-Pájaro es necesario visitar la ciudad de Papantla en el estado de Veracruz –cuna de los voladores-, donde un exquisito olor a vainilla brinda la bienvenida a los visitantes. Al recorrer las calles, la plaza, la iglesia, pareciera que los voladores fueran personajes comunes, ya que se les puede apreciar plasmados en un impresionante mural de piedra, en los preciosos azulejos de una banca o en pequeñas artesanías. Sin embargo, el gran monumento (18 m) erigido en la cima del cerro del Campanario demuestra la gran importancia que tienen los voladores para los habitantes de esta región, quienes con gran orgullo y respecto comentan las leyendas, tradiciones y supersticiones en torno a esta ceremonia.Los voladores de Papantla / México Desconocido

VIEJOS SABIOS Y HOMBRES-PAJARO
Los orígenes de la ceremonia de los voladores se remonta a la época prehispánica. Aunque no se tiene una fecha exacta, se sabe que a la llegada de los conquistadores, sus principales cronistas consideraron esta danza como un “juego”, quizá porque originalmente el atuendo empleado consistía en trajes confeccionados con auténticas plumas de aves que representaban águilas, búhos, cuervos, guacamayas, quetzales, calandrias, etcétera.Si bien los antecedentes de la danza no están plenamente identificados, existe una leyenda que describe el posible motivo de la ceremonia: “Hace muchos años, una fuerte sequía en la zona del señoría de Totonacapan [que comprende los límites de los actuales estado de Veracruz y Puebla] causó estragos entre los pueblos de la región y diezmó gran parte sus habitantes. Un grupo de viejos sabios encomendó a unos jóvenes castos localizar y contar el árbol más alto, recio y recto del monte, para utilizarlos en un ritual complementado con música y danza, con el fin de solicitar a los dioses su benevolencia para que les concediera lluvias generosas que devolvieran su fertilidad a la tierra. Este culto debía realizarse en la parte superior del tronco, para que las oraciones expresadas con fervor fueran escuchadas en las alturas por sus protectores.”Al parecer, el buen resultado que dio esa celebración fue acogido como un tributo que debería realizarse periódicamente, convirtiéndose en una práctica permanente, que en un principio se llevaba a cabo al inicio de la primavera, para esperar una buena fertilidad. Actualmente, las fechas varían según la región.

EL “PALO VOLADOR”
Contrariamente a lo que se piensa, la ceremonia de los voladores no inicia cuando éstos se arrojan al vacío. Hasta hace algunos años, el ritual comenzaba con la selección del “palo volador” por parte del caporal (máxima autoridad del grupo). Este se internaba en el monte en busca de un buen árbol; al ser localizado, se danzaba en torno, inclinando el cuerpo en forma de reverencia y en armonía con un son conocido como “del perdón” y se señalaba hacia los cuatro puntos cardinales con bocanadas de aguardiente. Antes de iniciar el derribe del árbol, se limpiaba el camino de la posible caída para evitar dañar la estructura; posteriormente se procedía al corte: cuando el palo se encontraba ya en el suelo se le quitaban las ramas y follaje hasta dejarlo “pelón”. El siguiente paso consistía en transportar el poste desde el monte hasta el centro de la población, empleando pequeños troncos a manera de rodillos, por donde se deslizaba y era jalado por los hombres.Quedaba prohibido pasar por encima del tronco o que mujer alguna lo tocara, ya que podría ser una augurio de mala suerte para los voladores.  Al llegar al lugar donde se incrustaría el mástil de madera, se tejía a su alrededor una escalera de liana o soga que permitiera llegar a la punta. Antes de parar el poste en el pozo, se realizaba un ritual consistente en la “siembra” –colocación- de un gallo o siete pollitos vivos, los cuales eran rociados con aguardiente, además de tabaco y tamales, que en conjunto servían de ofrenda para que el poste no reclamara la vida de los danzantes. El “palo volador” se compone de: mástil, el cual se encuentra incrustado al suelo, en cuyo extremo superior soporta al tecomate (manzana o mortero), aparato giratorio y principal punto apoyo y equilibrio de los danzantes; cuadro o bastidor, en donde se apoyan los voladores que se lanzarán al vacío, sujetos únicamente por los “cables” de lazo amarrado y enrollados a los trinquetes del mástil. Actualmente se ha generalizado al empleo de postes de acero con pequeños peldaños metálicos, conservándose únicamente de madera el bastidor y el tecomate. La altura varía de un palo a otro: el que se encuentra en la explanada de la iglesia de Papantla mide aproximadamente 37 m; el localizado en Tajín tiene casi 27; y el del Museo Nacional de Antropología en el D.F. alcanza los 25 metros.

ALGO MAS QUE ADORNOS
Aunque originalmente la vestimenta de los voladores eran disfraces elaborados con plumas de aves, debido al proceso de mestizaje la indumentaria fue cambiando ante la influencia española. Hoy el traje empleado en el rito es usado por los indígenas totonacas encima de sus tradicionales prendas de manta blanca.Para la ceremonia, el volador se cubre la cabeza con un pañuelo amplio o paliacate, sobre el que se coloca un gorro cónico, en cuya cima se localiza un pequeño penacho multicolor en forma de abanico que simula el copete de un ave, además de simbolizar los rayos solares que parten de un pequeño espejo redondo que representa al astro. Unos largos listones de colores se deslizaban por la espalda del danzante, simulando el arcoiris que se forma después de la lluvia. El resto del tocado está adornado con flores de diversos tonos, símbolos de la fertilidad de la tierra.Sostenidos del hombro derecho en dirección diagonal, sobre pecho y espalda penden dos medios círculos de tela o terciopelo rojo que representan las alas de los pájaras; encima de ellos se encuentran figuras de flores, plantas y aves de distintos colores y tamaños, bordadas con lentejuela, que aluden a la primavera; de la parte inferior penden unos flecos dorados que reproducen los rayos del Sol.En la cintura del volador, por delante y por detrás, nuevamente se aprecian los dos semicírculos con motivos similares a los antes mencionados. El pantalón de tono rojomuestra, a la altura de las pantorrillas, adornos de chaquira y espiguilla; en la parte inferior se aprecian los flecos dorados, rematados por los botines de piel con tacón alto. El empleo del color rojo es considerado como representativo de la sangre de los danzantes muertos y la calidez del astro rey. En la Danza de los Voladores la música se encuentra a cargo del caporal, quien ejecuta con un tamborcillo y un flautín todas las melodías: el tamborcillo, elaborado de madera con dos vistas de cuero, se sujeta a la palma de la mano del carpoal por medio de un amarre a manera de pulsera; se golpea con una pequeña baqueta o vara de madera liviana que marca el ritmo. El flautín de carrizo con tres orificios complementa las notas del ritual. La sencillez de los instrumentos no constituye una limitación; al contrario, demuestra una gran creatividad y los conocimientos de armonía y acústica que posee el pueblo totonaca.

EL ÚLTIMO RITUAL
La Danza de los Voladores que la mayoría de las personas distingue como tal es prácticamente la parte final de la ceremonia. Esta etapa se inicia cuando los danzantes de dirigen al mástil en una fila ordenada y con la cabeza inclinada en signo de humildad y respeto a los dioses; al frente del grupo marcha el caporal, quien entona una melodía con su tamborcillo y flautín.Al llegar al pie del “palo volador”, realizan una serie de giros en torno a él, alternando las vueltas en una dirección y otra. Uno por uno, los cuatro voladores van subiendo por el mástil hasta llegar al bastidor; allí se colocan en cada extremo para equilibrar el peso. El último en subir es el caporal, quien al llegar a la cima se ubica de pie sobre el tecomate, y realiza una serie de saltos acompañados de un impresionante zapateado con el que pareciera querer clavar un poco más el poste. Posteriormente gira sobre su eje y señala los cuatro puntos cardinales, iniciando por el oriente para continuar con su trayectoria hacia el lado izquierdo; después se sienta sobre la base para realizar nuevamente los giros en la misma secuencia, pero ahora reposando su peso sobre la espalda sin dejar de tocar sus sencillos instrumentos musicales.
 Cuando el caporal concluye la parte del ritual que le corresponde, se queda sentado sobre el tecomate interpretando un son. Los voladores, ya amarrados con una soga a la cintura y con una coordinación casi perfecta, al escuchar una nota especial en la música, inician el descenso arrojándose de espaldas al vacío con la cabeza hacia abajo, extendiendo sus brazos como las alas de un ave en pleno vuelo, donde resaltan sus penachos multicolores. Conforme descienden los giros se hacen más amplios –tradicionalmente, los giros de los cuatro voladores sumaban en total 52, correspondientes a los años del ciclo de fuego nuevo o calendario mesoamericano, en dependencia de la altura del “palo volador”.Cuando se aproximan al suelo, los voladores se incorporan para poder aterrizar con los pies: ya en el suelo los cuatro danzantes equilibran el bastidor al sujetar tensamente las cuerdas, para permitir que el caporal se deslice por uno de los extremos hasta tierra firme. Si bien esta última etapa de la Danza de los Voladores dura relativamente poco tiempo –escasamente unos minutos-, la preparación de los participantes es compleja. Se inician desde temprana edad y tienen que seguir ciertas reglas que deberán respetar durante el tiempo que practiquen esta singular actividad, entre las que sobresale la abstinencia sexual y alcohólica, cuyo fundamento principal es la creencia de que esta danza la realizaron por vez primera cinco jóvenes castos.
 Según la leyenda totonaca, los dioses dijeron a los hombres: “Bailen, nosotros observaremos”. Y eso es justamente lo que hacen los hombres-pájaro, o “voladores”, ejecutan una espectacular danza para agradar a los dioses.
 Un grupo de cinco hombres se suben a un poste de unos 30 metros de alto, cuatro de ellos se atan una cuerda a la cintura y se lanzan de cabeza al vacío con los brazos abiertos, girando alrededor del poste. Mientras tanto, el quinto miembro permanece en la parte superior del poste y toca música indígena con instrumentos de madera hechos a mano. La flauta representa el canto de las aves y el tambor la voz de los dioses.
 Esta danza es también un símbolo de los cuatro puntos cardinales (la plataforma de cuatro lados y los cuatro voladores). El músico va marcando los cuatro puntos cardinales, comenzando por el oriente, pues es ahí donde se origina la vida. Cada volador gira 13 veces, cifra que multiplicada por los 4 voladores da el número 52, y ya se sabe que según los calendarios prehispánicos, cada 52 años se completa un ciclo solar, después del cual nace un nuevo sol y la vida sigue su curso.


Jarabe tapatío:



El Jarabe Tapatío es un bailable ejecutado por la pareja nacional: el Charro mexicano y la China Poblana. Fue bailado por primera vez en 1790, en el Teatro Coliseo de la Ciudad de México.

En la época del emperador Maximiliano los Jarabes se pusieron muy de moda en la alta sociedad. El Jarabe Tapatío simboliza el cortejo del hombre a la mujer, quien primero lo rehúsa… y después lo acepta.
 Este baile nació durante la revolución de 1910 como estandarte de unidad nacional pues incluye los estilos dancísticos más famosos de diversas regiones en una mezcla denominada "Jarabe". Por cierto, la razón del por qué se le llama Jarabe al estilo, ha mantenido diferentes teorías. O es relativo a la dulzura entre la pareja… o a la mezcolanza de elementos que le componen. Pues la palabra Jarabe se deriva de la palabra árabe "Xarab", y significa mezcla de hierbas.

El Jarabe Tapatío cuenta con los siguientes aires:

Jarabe de Jalisco - Del estado del mismo nombre




Jarabe del Atole - Dominio Público a finales de 1800's




Son del Palomo - Tal vez el son más común del folklore Mexicano




a Jarana Yucateca - El baile típico de la Península Yucateca




Jarabe Moreliano - Del Estado de Michoacán






Originalmente el Jarabe tenía letra y se mantuvo en boga por todo México hasta 1930 primordialmente en la Cd. de México. Los Jarabes de por sí son la mayor expresión regional de los estados del centro y sur de México. Algunos gozan de una complicada estructura musical que envuelven los temas regionales más populares. El estilo evolucionó de la interpretación que los locales le dieron a los "Sonecillos de mi Tierra", una exitosa compañía teatral Española que visitaba los teatros citadinos Mexicanos hacia finales y aún después de la colonia (1521-1810 AD).
 Este baile de cortejo, se popularizó tanto, que fue declarado "Bailable Nacional". Lo que sucedió fue que en la gira de la famosa bailarina Rusa Ana Pavlova a México en 1919, ésta se enamoró de la cultura y los suntuosos trajes regionales e incluyó el Jarabe Tapatío vestida de China Poblana como parte de su repertorio permanente. Las autoridades culturales Mexicanas, concluyeron que tan grande honor hacia al Jarabe el baile más importante de México y que debería bailarse en "puntas" vistiendo el traje de China Poblana.

Vestuario

Los atuendos masculinos y femeninos que se han popularizado para bailar el Jarabe Tapatío tienen una diferencia de más de 100 años entre sí.
 



La China Poblana fue el atuendo de las sirvientas de principios a mediados del 1800's. El traje de Charro decorado con botonadura de plata, nació hacia 1930, después de numerosas evoluciones, desde los caporales de las haciendas hasta los músicos urbanos de hoy.

Las "Chinas" Mexicanas

Muchas leyendas se han atribuido el traje de China, incluyendo la romántica historia de la princesa mongol vendida en la ciudad de Puebla quien se enamoró de su patrón criollo y confeccionó su ajuar matrimonial basada en las modas locales pero con decoraciones Orientales.

La verdad de éste traje es que periódicamente anclaba en Acapulco un carguero proveniente de Filipinas conocido como "Náo de China". Las damas ricas compraban un textil conocido como "Castor" para hacer las faldas de sus sirvientas, conocidas como "Chinas o Chinitas". El término era completamente ajeno a su asociación con el Oriente. Así pues, como la tela no era suficientemente larga para llegar al piso, se le añadía otro pedazo a partir de la cintura.

Con tiempo y mucha dedicación, las Chinitas decoraban o bordaban los diseños orientales del castor, que hoy sólo se fabrica en la Cd. de México y Puebla. Las Chinas Poblanas modernas portan una falda tan cuajada de lentejuela, que el "castor" sólo se puede ver si se voltea la falda al revés.


Danza de los quetzales:





La Danza de Quetzales es una danza originaria de la Sierra Norte de los estados de Puebla y Veracruz.
En la época prehispánica era dedicada al sol, razgo que aún tiene reminiscencias en la corona que portan los danzantes en la cabeza.En cuanto al origen de su nombre, existen dos teorías, la primera afirma que es tomado porque antiguamente las coronas de los danzantes se elaboraban con plumas del ave quetzal, que actualmente está en peligro de extinción. Otra teoría dice que la danza toma su nombre porque se baila en la región de Cuetzalan, Puebla.

Vestimenta


 

La indumentaria del danzante consta de un pantalón de razo rojo con listones de colores a la altura de la rodilla y del tobillo, rematado con flequillo de color dorado o amarillo. Éste pantalón se viste sobre el pantalón blanco de manta de uso común entre los habitantes indígenas de la región. Viste camisa blanca de manta que actualmente se ha sustituido por una camisa blanca de vestir; sobre ella se portan dos capas triangulares que repiten el patrón de los listones y el flequillo dorado al rematar.



 Una de ellas es forzosamente de color rojo como el pantalón y la otra, llamada contracapa puede variar en color de acuerdo a la región, siendo los colores más comunes el verde, azul y amarillo. Algunas capas presentan motivos bordados ya sea en hilo o con lentejuela y chaquira, generalmente de la propia ave, del sol o alguna flor.El danzante calza huaraches de tres puntos, también llamados de "pata de gallo" que constan de una suela de llanta y una correa larga de cuero curtido que perfora la suela en tres orificios.Se cree que esta danza es de origen prehispánico. En la actualidad es ejecutada en su contexto original (Fiestas patronales de las comunidades) por los miembros de los grupos indígenas nahuas y totonacos; y fuera de su contexto por grupos de danza folclórica mexicana. También la danza quetzal influye mucho en la vida,ya que sigue siendo una danza muy importante de México y puede llegar a romper fronteras siendo una de las principales danzas mexicanas. En nuestra cultura influye mucho ya que es bailada por miles de habitantes en su natal estado.

Danza de las plumas:








La danza de las plumas es uno de los más populares y vistosos de los bailes tradicionales de México. Dura varias horas. Es un número obligado en las ferias que celebran todos los años en el estado de Oaxaca. Le sirve de tema un acontecimiento histórico: la conquista de México. Figuran entre sus personajes: Hernán Cortés y Xochitl, princesa azteca leal a Moctezuma. Xochitl va ataviada con plumas y pieles que, contrastando con el traje de seda rosada y el sombrero de paja de la Malinche, denotan la fidelidad de la una a su raza y la sumisión de la otra al conquistador: Acompañan a Cortés comparsas en llamativos trajes que remedan el del soldado español y a Moctezuma otros, con pintoresca vestimenta de guerreros aztecas y enormes morriones adornados con pequeños espejos y coloridas plumas, a las cuales debe su nombre la danza.
 Comienza ésta en el momento en que Moctezuma recibe la noticia de que el invasor Cortés acaba de pisar tierra mexicana. Flautas y tambores indios elevan al cielo un lamento, en tanto se enfrentan indígenas y españoles. Adustos y erguidos éstos, según cumple a su calidad de invasores, miran a los naturales, que expresan su alarma en una danza de ágiles y graciosos giros, cuya ejecución acompañan blandiendo venablos con punta de obsidiana. La expectación va en aumento. Crece el ruido de las sonajas con que los indios acompañan su música.

Surge un clamor de los espectadores y llega el momento más dramático de la danza. Cortes y la Malinche sorprenden a Moctezuma que reposa con Xochitl a su lado. Los aztecas, rodeando al emperador, tratan de ocultarlo tras la multicolor cortina que forman las plumas de sus morriones. Pero nada vale contra la voluntad de Cortés. El español insiste en sus exigencias. El baile de los indígenas denota ahora la esperanza desfalleciente.

Danza de baila viejo:



La Danza de Baila Viejo, esta danza se celebra en el municipio de Nacajuca, y se realiza para agradecer las bendiciones económicas recibidas a través de todo el año a la familia de nuestros amigos, ésta danza no es exclusiva de una fecha o a un solo santo, es utilizado para diferentes tipos de ofrendas y ceremonias religiosas pero siempre manteniendo su mítico ritual.
En esta danza participan dos o cuatro jóvenes danzantes no iniciados en la vida sexual, los cuales bailan descalzos portando sobre la cabeza máscaras con rasgos que semejan ancianos y ancianas, en la mano derecha un chín chín (sonaja) y en la izquierda un pequeño abanico de guano con el que reverencian al Santo Patrón en el altar, pidiendo y agradeciendo sus bondades y favores.

El abanico, es una oración no verbal a las deidades para atraer buenos augurios. Se quema el Achón y se emiten gritos como parte del pulso ritual. La música de tambor y pito que acompaña a esta danza, se compone de varios sones. Esta danza se representa principalmente en las comunidades de Tucta y Guaytalpa, Nacajuca.

Danza de los matlachines:







Algunas de las danzas que se practicaban en los poblados de Aguascalientes era la danza de la Pluma o Palma no fue hasta el año de 1915 cuando el señor Don Bernabé Félix formo la primera danza de Matlachines traída de Zacatecas en donde el principal motivo era danzarle a la Santa Cruz de los albañiles, después de varios años de esa dicha danza se formaron otras como la del señor Don Lucio, la del señor J. Carmen Montes que aún subsiste pero ahora con el señor sobrino de Don Carmen, que es el señor Jesús Vázquez Montes (El Chale), después de Juan Míreles que la prosigue el señor Juan Andrade Salas; de esa misma se fundó otra con uno de los capitanes (Juan Arenas Garca) que ahora continua con el nombre de danza de Matlachines "Tenamaxtle" que también sigue con la misma tradición de venerar la Santa Cruz. De estas danzas se formaron otras en los municipios aledaños a la Capital con diferentes ritmos y estilos, pero siempre conservando la misma tradición.

Esta danza es con un estilo encorvado y pisadas fuertes con cierto grado de dificultad que la hacen una de las danzas con mayor vigor y atracción.
 La formación para los integrantes de la danza es de la siguiente manera:


 Dos capitanes adelante.
 Dos capitanes atrás.
 Dos barriguillas - que les siguen a 1os dos capitanes de adelante.
 Dos contra barriguillas adelante.
 Dos contra barriguillas atrás.
 Varios danzantes que pueden ser de dos hasta diez o más.
 Un viejo de la danza o moreno.
 Un tamborero.
 Un violinista.
 La música de los sones se ha pasado de generación en generación y de los cuales se tocan:
 La lobita, El borracho, El Salinas, El Indio, Las Conchitas, El Meco, El Cangrejo, El Cenzontle, Rancho Nuevo, Las Cuchillas, El Bonito, El Borras y otros...
 Los Matlachines existen también en Baja california, Zacatecas, Coahuila, pero con diferentes características en cada región.