Bienvenidos a este blog en el cual a continuación te presentaremos las distintas danzas y sus culturas que asen único a este país y a sus mexiquences, esperemos que queden satisfechos y admiren la riqueza de este país y su gente.
Folklor principal en México:
La bamba - veracruz
Jarabe pateño: coahuila
Jarabe mixteco - Oaxaca
Danza del venado - Sonora
Danza de Concheros - Estado de mexico
Danza flor de Piña - Oaxaca
Danza de los voladores de papantla
Jarabe tapatio - Jalisco
Danza de los quetzales - Puebla
danza de las plumas - Oaxaca
Danza de baila viejo - Tucta y Guaytalpa, Nacajuca.
Danza de los matachines - Baja California
Danza de los quetzales - Puebla
danza de las plumas - Oaxaca
Danza de baila viejo - Tucta y Guaytalpa, Nacajuca.
Danza de los matachines - Baja California
La bamba:
El Estado de Veracruz, representa una fuente interesantísima
de tradiciones, creencias y costumbres riqueza vegetal y animal que la ha
distinguido de las demás regiones y entidades, sus principales cultivos han
dado la pauta para realizar fiestas tradicionales de la fruta que más abunde,
el programa que presenta el BALLET FOLKLORICO DEL CENTRO DE SEGURIDAD SOCIAL
DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL, REGION XALAPA, se orienta a
manifestar el gusto de la región sotaventina para representar en sus sones la
presencia de algunos de los animales más conocidos de la región, de aquí, que
se hayan seleccionado sones como: LA GUACAMAYA, LA IGUANA Y EL COCO,
completando el programa con los sones clásicos de cualquier festividad como
BODAS, bautizos, cumpleaños, fiestas patronales, etc. tales como: EL ZAPATEADO
JAROCHO Y LA BAMBA, de manera tal, que en conjunto se muestren en un fandango
jarocho las características más importantes de ésta representativa región del
Estado de Veracruzpopulares, que han sido transmitidas a través del tiempo por
medio de la danza. La región de Sotavento en el estado de Veracruz, posee una.
Jarabe pateño:
Jarabe mixteco:
Jarabe Pateño es originario de General Cepeda, Coahuila
Los campesinos alegres y sencillos del municipio de General
Cepeda celebran con fiestas la recolección de sus cosechas. En estas ocasiones
se baila el Jarabe Pateño, llamado así porque sus primitivos pobladores fueron
los indios “patchos”.
El Jarabe tuvo su origen en el Charco del Tulillo, tiene sones antiquísimos, que datan de cuando estos lugares constituían en el Siglo XVII el Marquesado de Aguayo y Santa Olaya. Los pasos de este jarabe, algunos de imitación, fueron recopilados y presentados en el año 1931.
El Jarabe tuvo su origen en el Charco del Tulillo, tiene
sones antiquísimos, que datan de cuando estos lugares constituían en el Siglo
XVII el Marquesado de Aguayo y Santa Olaya. Los pasos de este jarabe, algunos
de imitación, fueron recopilados y presentados en el año 1931.
Jarabe mixteco:
En el Oaxacado se representan a un zopilote y a un coyote
que se disputan una presa; ella, que es el zopilote, realiza movimientos
llamativos de faldeo con lo cual simula su ataque y él se defiende y también
ataca. En El Toro la mujer manifiesta el dominio que tiene sobre el hombre;
ella desprende de su cuello la mascada con la cual llama, juega y burla al toro
que es representado por el hombre y éste a su vez intenta embestirla. Por
último, en El Jarabe final la pareja realiza un torbellino de movimientos, uno
alrededor del otro hasta que se llega al final donde la dama cae en los brazos
del varón y se cubren la cara para darse un beso.
Lo antes mencionado y
referente a los sones y pasos, es como ya se dijo, solamente un ejemplo ya que
este bellísimo Jarabe es riquísimo en su conjunto, en cuanto a música,
movimiento y coreografía.
El Jarabe Mixteco es otro de los tesoros que nuestra región
comparte y del cual, todos los Mixtecos nos sentimos verdaderamente orgullosos,
porque manifiesta la sensibilidad de nuestros ancestros y el reconocimiento y
sentimiento de nuestra Mixteca actual.
Danza del venado:
En general este tipo de danza está enfocada a aspectos
religiosos y rituales de los mayos de Sonora y Sinaloa y los yaquis de Sonora.
La celebración de la danza del Venado establece un culto solemne a la Madre
Naturaleza que ejerce el rol de la vida cíclica del animal, representa los
ritos de amor y reproducción de la vida.
El danzante de Venado participa hacia el Altar del Poniente,
la danza permite homenajear con los ritos de amor al “Elemento Agua” y a la
Madre Naturaleza , participan los tres Cantadores de Venado y el tambor de
agua, este acompañamiento musical es una clara relación con los cultos
totémicos mayos que son por entero constantes en su arte consagrado a la
concepción mítico- religiosa, que actualmente prevalece aún
sincrética.Paralelamente aparece la figura del danzante de paskola cubriendo su
rostro con una máscara y golpea la palma de mano con la sonaja rítmicamente
para interpretar ante el Altar del Oriente del “Elemento Aire”, donde se
reproducen los sones de támpora o támpora o tambor y bakakusia o flauta cuya
temática establece una estrecha relación con la flora o la fauna y el período
de tiempo en el que imita a alguno de los elementos del entorno natural del
venado.De acuerdo con las tradiciones de la tribu mayo del estado de Sonora, se
realizan varias danzas, destacando entre ellas la tradicional danza del venado;
tomando como aspecto fundamental el movimiento de la tierra en relación con el
sol.El danzante se cubre la cabeza con un paliacate rojo, que ata casi a la
altura de la frente, dejando caer hacia atrás los ángulos del paliacate; ajusta
sobre su cráneo, una cabeza de venado disecada de tamaño regular, la cual se
adorna con listones de colores amarillo, blanco, verde y rojo, dándole a los
cuernos de la cabeza de venado la importancia real, en este caso, luce la
ornamenta con flores o moños de vivos colores y, según la filosofía de los
mayos, representan el contacto con la naturaleza y recupera la vida.
La cabeza de venado se sujeta con correas en la barbilla del
ejecutante. En el cuello, el danzante porta un paliacate de color rojo; en
algunas comunidades, se pueden observar, camisas con flores bordadas de
vistosos colores.El danzante viste un calzón de manta que le cubre hasta los
tobillos. Alrededor de la cintura y hasta la rodilla lleva una zapeta circular,
como una media falda de manta y la sujeta con una wikosa o faja ancha de
lana de color negro, sobre esta faja,
amarra a la cintura un paliacate rojo.En seguida, se colocan los Rij’ jutiam
(cinturón de pezuñas de venado) que simbolizan la agilidad y alegría del venado,
en las manos, porta las ayam o ayales, es decir, las sonajas que representan el
susto del venado ante el enemigo.En las pantorrillas, lleva una sarta de
ténabarim (capullos de mariposa), que suenan con el movimiento del danzante y
que representan el oído sensible del venado.En relación a la música, escenifica
el presente, predice el futuro, interpreta con todo rigor, un ceremonial
dedicado a la Madre Naturaleza de su Universo.La música tiene función evocadora
de la cosmogonía tradicional; también los cantos son alusivos a la fauna y a la
flora y son interpretados por los masso-buik’lerom o cantavenados, al mismo
tiempo que se escuchan tres jirukiam o raspadores de madera de brasil que son
colocadas sobre las wejam o jícaras que hacen la función de caja de resonancia,
cuando las Jirukiam son frotadas por una vara o vástago para reproducir el
peculiar sonido de la armonía que simboliza el choque del viento con la
tierra.En la Danza del Venado, se utilizaba un recipiente de barro llamado
baamela wejam, actualmente es una tina de aluminio grande que se encuentra
enterrada al ras de la tierra, además, debe estar llena de agua hasta el borde.
Sobre el agua se coloca una weja o jícara, con el corte hacia adentro del
recipiente y cuida que no escape aire al colocarla sobre ella. El músico
sostiene la jícara por medio de un pequeño cordón con la mano izquierda para
que no se desnivele, y con la mano derecha, toca la parte convexa de la jícara
con el baajíponia (trozo de madera cubierta por una hoja seca de maíz, sujeto
con un cordón de ixtle). Este reproduce el sonido del bajo y representa los
latidos del corazón del venado.El venado, símbolo de la existencia de una raza,
es pues, espíritu que motiva a los padres e hijos para regocijarse en la
tradición oral de los Achai Leim (Gobernadores Mayores), los Fiesteros y para
la comunidad en general.El carácter interpretativo que contemplamos del
danzante de venado, asume el papel del animal sagrado de los ancestros que fue
concebido, como una divinidad al establecer los vínculos entre los elementos
del universo: tierra, agua, viento y fuego ante el Dios Taa o El Sol y ello
representa las energías que provocan entusiasmo a los mayos y amor a la vida.
Danza de concheros:
Con la caída del imperio azteca en 1521, los misioneros
prohibieron el uso de instrumentos de percusión ya que eran considerados
paganos. Los misioneros introdujeron los instrumentos de cuerda en l525. Las
guitarras hechas del caparazón de armadillo fueron creadas inicialmente en
1531. Considerado como un animal sagrado, este instrumento podía ser utilizado
por los indígenas en sus bailes sagrados en conjunto con las mandolinas
españolas. Este nuevo instrumento fue llamado concha.
Se cree que esta es la razón por la cual los bailarines
fueron llamados concheros. Otros creen que el nombre proviene de las bandas de
conchas (ayoyotes) los cuales están atados alrededor del tobillo del bailarín.
La danza tradicional religiosa de los concheros está
envuelta en una simbólica reconquista de México. Se dice que su fundación se
remonta a julio 25 de 1531 en la que hoy en día es la ciudad de Querétaro.
Vestidos con coloridos disfraces, forman un círculo y mantienen vigilias toda
la noche, las cuales combinan con prácticas y creencias católicas e indígenas.
El nombre de conchero fue dado originalmente a un bailarín quien conocía los
bailes tradicionales y podía tocar los timbales y entonar plegarias a Dios.
Cuando la corporación de concheros de México fue fundada en 1922, el nombre de
concheros fue usado para aquellos bailarines asociados con la corporación.
Solamente los bailes de la conquista están dentro del repertorio de la
organización.
La danza ritual fue llamada Macehualiztli, que significa
(mereciendo) una popular danza Netotiliztli. Los pasos de la danza son
representativos de la naturaleza y la humanidad relacionados con la vida. Las
vueltas y los giros representan la fertilidad y otras combinaciones representan
la tierra y las cosechas. Girando en el aire representan el alma, pasos atrás y
hacia adelante el fuego, mientras que los pasos en zig zag significan el agua.
En la tradición de danza conchera, se han preservado, a
través del rito, el canto y la danza, elementos de las antiguas culturas
operando en un proceso de sincretismo, que ha permitido que la herencia de
nuestros ancestros siga viva en el México actual
Las mesas de danza están organizadas como en la milicia, se
cuenta con un general, capitanes, malinches, sargentos, alferez y la tropa.
Existe un orden jerárquico con fines de mantener el orden y organización
interna del grupo. Las ceremonias se dividen en dos fases, tomando como
referencia el principio de dualidad, llamado Ometéotl. La primera etapa es la
llamada “velación”, que representa la energía de la noche, el jaguar, la madre
tierra, el principio femenino. En esta ceremonia el danzante se purifica, se prepara
a través del canto y alabanzas, el toque de instrumentos como la concha, el
caracol, la sonaja, la chirimía, la elaboración y la presentación de ofrendas,
los bastones y custodias, cubiertas de flor, para renacer al nuevo día
purificado y limpio espiritualmente y así presentarse ante la vibración solar.
Aquí viene la segunda etapa que representa al día, al
águila, la energía solar, el principio masculino. En la danza es importante la
formación del círculo, el saludo de la comunidad a los cuatro vientos, a las
seis direcciones del universo, lo que permite al conchero integrarse al ritmo
de la vida del planeta y del cosmos. El centro del círculo de danza es
considerado un lugar sagrado y es ahí donde se coloca al sahumador, la braza
sagrada con sus aromáticas esencias y las ofrendas que se portan. Ahí se marca
el eje de energía, que reverbera en círculos concéntricos permitiendo que todo
el grupo se transforme en una unidad.
Cada danza posee ciertas cualidades. Los movimientos están
relacionados con cuentas matemáticas, la “geometría sagrada”. Con los pies se
está haciendo un llamado a la madre tierra, se le saluda, con los brazos se
realiza una conexión con el cosmos y así cada movimiento tiene la idea de
sanar, armonizar, crear salud y abundancia. Finalmente, al levantar los brazos
se señala un desprendimiento del espíritu hacia Dios.
EL ATUENDO
En sus orígenes el atuendo de los concheros era igual para
hombres y mujeres, pero con el tiempo se ha tendido a imitar el vestir
característico de las damas y caballeros aztecas. Actualmente, el atuendo
básico de la mujer es el huipil y la enaguilla. La sonaja y los cascabeles o
hueseras son símbolo crotálico que imita el sonido de la serpiente; las plumas
del copolli, penacho o corona son un símbolo solar, una búsqueda de la unión
con el corazón del cielo.
El atuendo masculino consta del taparrabos o maxtle,
pectoral, rodilleras, brazaletes, tilma o capa, faja, escudo, además de la
sonaja y el penacho.
LAS CEREMONIAS
La tradición de los concheros es en verdad interesante y
algo que seguramente querrás ver de cerca. Por eso, te pasamos toda la información
de lo que irá ocurriendo del día 12 al 15 de septiembre: La velación conchera
dará inicio desde día 12 a
partir de las 20:00 horas. Aquí se recibirán ofrendas por las mujeres
sahumadoras mientras se cantan alabanzas hasta las doce del día del 13 de septiembre.
Entonces se dará inicio al recorrido de cientos y cientos de
danzantes concheros venidos de diferentes puntos del país, que bajarán como una
gran cascada desde los Arcos, por Avenida Zaragoza hasta llegar al Templo de la
Cruz en donde le pedirán permiso a Dios y danzarán hasta las 10:30 pm. El 14 se
reanudará la danza todo el día y de igual modo el 15, día en que se pagan las
mandas. Se terminará al filo de las 4:00 pm. Para que los concheros puedan
regresar a sus lugares de origen. Indudablemente que se vivieron tiempos
difíciles en las épocas de la conquista y era importante preservar la
sabiduría. Una forma excelente de hacerlo, que ha estado siempre a la vista de
todos, han sido las fiestas rituales. Los concheros han sabido preservar tradiciones
que rescatan nuestra cultura y nos hacen ser parte de un ayer que, aunque a
veces se nos olvide, es nuestro.
Danza flor de piña:
Algo que es bien sabido y notorio es que en México las
fronteras políticas casi nunca corresponden a las fronteras geográficas o
naturales, y menos aún, a las fronteras culturales. El "País de las
Piñas" existe entre Oaxaca y Veracruz, en la cuenca del Papaloapan. La
capital de este "país" es la ciudad de Loma Bonita en Oaxaca, y entre
sus lugares importantes se encuentran Tuxtepec, en Oaxaca, y Villa Isla,
Amatlan de los Reyes, Azueta, Chacaltianguis y Rodríguez Clara, en Veracruz.
Un estudio del Banco de México [1] nos revela que tres
cuartas partes de la población del "País de las Piñas" es población
flotante, es decir, gente que no es originaria del lugar, pero que acude en las
temporadas de actividad agrícola o industrial, en Veracruz de abril a julio, y
en Oaxaca de marzo a agosto.
Esta información la proporciona la Comisión Nacional de
Fruticultura [2], señalando que la actividad en las plantas empacadoras de piña
también coincide con ese calendario.
Es notable la diversidad étnica de la población flotante, y
entre las etnias más regulares, hay que citar a los nahuas, popolocas,
afromestizos e indomestizos de Veracruz, así como cuicatecos, mixtecos, mixes,
triquis, chinantecos y mazatecos de Oaxaca.
Siendo mayoritaria la población indígena que trabaja en el
"País de las Piñas", no es extraño que previo al inicio de las
cosechas de la fruta se efectúe una ceremonia que involucra una danza como la
que describiré en esta ocasión.
Bien importante es aclarar que no hay que generalizar, pues
la ceremonia y su danza cambian según la etnia que la realiza. Depende también
de los recursos económicos y humanos de que se dispone en el momento y de la
"calidad" de los espectadores.
En la representación común que suelen hacer las mixtecas de
la Costa, que ocasionalmente van a trabajar al "País de las Piñas",
comienza la danza una mujer joven, que es la única participante. Su vestimenta
consiste en una larga falda de tela blanca que le cubre de la cintura a los
tobillos. La falda no es ni holgada ni estrecha y permite a las piernas
accionar sin ninguna dificultad. El complemento es una especie de capa, también
de tela blanca, con flores bordadas en los bordes, que si bien cubre totalmente
la espalda, deja un poco descubiertos los costados, al frente apenas cubre los senos.
Se aprecia un gran seguro cerrando al frente la citada prenda, de no ser por
él, la capa sólo cubriría los hombros y la espalda.
La danzante no usa calzado y en cuanto a su peinado, se
trata de una o dos trenzas circundando la parte superior de la cabeza, con
listones de colores vivos mezclados en dicho trenzado. Se omiten detalles de la
fisonomía de la mujer, para evitar que alguien la juzgue como
"bonita" o "fea", pues de acuerdo con las costumbres
mexicanas, estos adjetivos no se aplican a las personas, a los animales, a las
plantas, a ninguna creación de la Naturaleza, sólo se aplican a las creaciones
humanas.
En una ocasión, se escogió para la danza un terreno rectangular,
como de 20
metros cuadrados . Se pusieron piñas delimitando esta
superficie, aproximadamente una cada metro. En el centro se pusieron unas 20
piñas y separada de este grupo, a unos 2 m . de distancia y hacia el sur, una piña
solitaria. Por el oriente aparece la mujer. Caminando lentamente, sin
apresuramiento se dirige a la piña solitaria. Cuando está junto a la piña, la
mujer se sienta en cuclillas y se recoge la falda. El rostro mira al sur y en
este momento da la espalda al grupo de piñas del centro.El hecho de recogerse las enaguas y exhibir las piernas es
algo que sólo ocasionalmente se puede apreciar. Si en la ceremonia estuviera
presente un sacerdote católico sería imposible, pues este acto se consideraría
contrario a la moral cristiana.
La danzante recoge la piña y la eleva, se pone de pie, con
los brazos en alto y en posesión de la piña, de inmediato se la muestra al Sol.
Luego de una pausa más o menos prolongada, da media vuelta y muestra la piña al
norte. Lentamente la mujer desarrolla una vuelta completa sin desplazarse del
sitio donde comenzó la evolución, siempre sosteniendo la piña en alto y
sujetándola con sus dos manos. No hay prisa.
Deliberadamente todas las evoluciones se desarrollan con
notable lentitud y esto ofende a las mentalidades "modernas" y
occidentales, pues el hombre contemporáneo siempre tiene muchas cosas que hacer
y no puede soportar esta etapa de la danza. Luego de la presentación de la
piña, la danza entra en una etapa muy vistosa, pues de pronto la danzante se
coloca la piña sobre su hombro izquierdo. Trazando sobre el terreno círculos
concéntricos, pronto llega hasta los bordes del mismo, quedando bien cerca de
los espectadores y entonces se puede apreciar que su rostro muestra alegría y
orgullo. Verdaderamente está orgullosa del fruto que lleva sobre su hombro.
Primero asienta el pie izquierdo y en seguida, con el talón del pie
derecho golpea la parte interna del pie asentado. En esta evolución abre mucho
el compás de las piernas y de hecho se agacha, porque también flexiona las
piernas. Luego del choque talón - parte interior del pie, la mujer se endereza
poniendo "talones juntos y puntas separadas". Luego estira la pierna
izquierda plantando el pie con la punta desplazada totalmente a la izquierda,
de modo que el talón queda listo para recibir un golpe de la parte interna del
pie derecho, luego del cual asume de nuevo la posición de "talones juntos,
puntas separadas".
Enseguida la mujer se pone en posición de descanso, sin
juntar las manos sobre el vientre, pues siempre tiene su mano izquierda
sujetando la base de la corona de la piña asentada entre su hombro y la cabeza.
Esta particular posición de descanso es el inicio de la repetición de la
evolución.
Muchos indígenas que laboran en las faenas agrícolas e
industriales asociadas con la piña erróneamente creen que no se conoce este
fruto fuera del "País de las Piñas", sin embargo, resulta curioso que
muchos zapotecos y mixtecos serranos que emigran a la Ciudad de México se
enteran de la existencia y características de este fruto precisamente en esta
gran ciudad capital, y se muestran verdaderamente sorprendidos cuando se les
informa que es su Estado el principal productor de piñas.
Es bueno aclarar que el término "flor" dentro del
pensamiento indígena mexicano no siempre tiene relación con el reino vegetal.
Flor en mixteco es "Itá" y en náhuatl es XOCHITL, y se aplica a todas
las manifestaciones humanas que son agradables al propio ser humano, flor puede
significar danza, poema, canción o fiesta.
Lo anterior viene al caso porque cuando las mentalidades
occidentales se enfrentan con la expresión "Flor de Piña" se
escandalizan y en ocasiones emiten juicios como: "¡Qué ignorantes son los
indios!, ¿Por qué hablan de Flor de Piña si cualquier gente educada sabe que la
mata de piña no produce floración?". Sabiendo que "flor" se
utiliza para designar cualquier actividad agradable para el ser humano, tenemos
que "Flor de Piña" puede significar "Danza de las Piñas",
"Poema de Piña", "Canción de Piña" o mejor aún "Fiesta
de las Piñas". También es bueno saber que en lo que aquí se ha tratado de
describir no hay ningún misterio. La "Flor de Piña" no involucra
ningún misticismo ni esoterismo.
La danzante representa a la Tierra, específicamente a la
fértil y generosa Tierra del "País de las Piñas" y el inicio de su
danza es la simulación de un parto, por ello es que se recoge las enaguas y
hace como que extrae la piña del interior de su cuerpo. Primero le presenta su
"hija" al Sol que es su "esposo", y por tanto, padre de la
criatura. Luego, la recién nacida es presentada a los familiares, a los amigos
y a todos los que circunstancialmente estuvieron presentes. Es lo mismo que
ocurre en la familia humana. Las evoluciones vigorosas que vienen luego de la
presentación reflejan la alegría que genera el suceso. El regalo representa la
indiscutible generosidad de la Tierra, que entrega sus criaturas para beneficio
de los seres humanos. Recibir una piña es un acto trascendente. El que la
recibe adquiere el compromiso de sembrar la corona, de donde surgirá una nueva
mata de piña. Con la corteza hará tepache o la dará como forraje a sus animales
y por supuesto comerá la "carne" de la piña, convidando a sus
familiares y amigos. Lo anterior corresponde, desde luego, a una situación
ideal, pues las oaxaqueñas no pueden predecir el comportamiento de los que
reciben una piña en ceremonia. Muchas veces el destino de las piñas es triste.
En la Ciudad de Oaxaca, en los "Lunes del Cerro", es frecuente
observar a mexicanos y extranjeros que luego de recibir su piña, la conservan
sólo mientras dura la representación de la Guelaguetza y luego la abandonan en
el graderío o lo peor, la depositan en algún bote para basura. Esto es inmoral
desde la perspectiva indígena mexicana.
Danza de los voladores de papantla:
Hace muchos años, un grupo de viejos sabios encomendó a unos
jóvenes castos localizar y cortar el árbol más alto, recio y recto del monte,
para utilizarlo en un ritual...
Dentro del inmenso misticismo que envuelve a las tradiciones
de México, las danzas son quizás una de las demostraciones que más admiración
causan, debido a gran parte al misterio, la belleza, la indumentaria y el
colorido que las enmarca. Desgraciadamente, conforme pasa el tiempo, las
costumbres tienen a desaparecer paulatinamente, y aunque existen grupos étnicos
que se niegan a sucumbir ante la “modernidad”, los principios fundamentales de
sus ritos ancestrales han sufrido modificaciones que ponen en peligro su
práctica futura. En tal caso se encuentra la Danza de los Voladores, ovacionada
por muchos pero comprendida por pocos, y en ocasiones considerada como un
simple juego o muestra de valor, debido al desconocimiento de su origen y
significado. Para conocer un poco más acerca de los intrépidos Hombres-Pájaro
es necesario visitar la ciudad de Papantla en el estado de Veracruz –cuna de
los voladores-, donde un exquisito olor a vainilla brinda la bienvenida a los
visitantes. Al recorrer las calles, la plaza, la iglesia, pareciera que los
voladores fueran personajes comunes, ya que se les puede apreciar plasmados en
un impresionante mural de piedra, en los preciosos azulejos de una banca o en
pequeñas artesanías. Sin embargo, el gran monumento (18 m ) erigido en la cima del
cerro del Campanario demuestra la gran importancia que tienen los voladores
para los habitantes de esta región, quienes con gran orgullo y respecto
comentan las leyendas, tradiciones y supersticiones en torno a esta ceremonia.
VIEJOS SABIOS Y HOMBRES-PAJARO
Los orígenes de la ceremonia de los voladores se remonta a
la época prehispánica. Aunque no se tiene una fecha exacta, se sabe que a la
llegada de los conquistadores, sus principales cronistas consideraron esta
danza como un “juego”, quizá porque originalmente el atuendo empleado consistía
en trajes confeccionados con auténticas plumas de aves que representaban
águilas, búhos, cuervos, guacamayas, quetzales, calandrias, etcétera.Si bien
los antecedentes de la danza no están plenamente identificados, existe una
leyenda que describe el posible motivo de la ceremonia: “Hace muchos años, una
fuerte sequía en la zona del señoría de Totonacapan [que comprende los límites
de los actuales estado de Veracruz y Puebla] causó estragos entre los pueblos
de la región y diezmó gran parte sus habitantes. Un grupo de viejos sabios
encomendó a unos jóvenes castos localizar y contar el árbol más alto, recio y
recto del monte, para utilizarlos en un ritual complementado con música y
danza, con el fin de solicitar a los dioses su benevolencia para que les
concediera lluvias generosas que devolvieran su fertilidad a la tierra. Este
culto debía realizarse en la parte superior del tronco, para que las oraciones
expresadas con fervor fueran escuchadas en las alturas por sus protectores.”Al
parecer, el buen resultado que dio esa celebración fue acogido como un tributo
que debería realizarse periódicamente, convirtiéndose en una práctica
permanente, que en un principio se llevaba a cabo al inicio de la primavera,
para esperar una buena fertilidad. Actualmente, las fechas varían según la
región.
EL “PALO VOLADOR”
Contrariamente a lo que se piensa, la ceremonia de los
voladores no inicia cuando éstos se arrojan al vacío. Hasta hace algunos años,
el ritual comenzaba con la selección del “palo volador” por parte del caporal
(máxima autoridad del grupo). Este se internaba en el monte en busca de un buen
árbol; al ser localizado, se danzaba en torno, inclinando el cuerpo en forma de
reverencia y en armonía con un son conocido como “del perdón” y se señalaba
hacia los cuatro puntos cardinales con bocanadas de aguardiente. Antes de
iniciar el derribe del árbol, se limpiaba el camino de la posible caída para
evitar dañar la estructura; posteriormente se procedía al corte: cuando el palo
se encontraba ya en el suelo se le quitaban las ramas y follaje hasta dejarlo
“pelón”. El siguiente paso consistía en transportar el poste desde el monte
hasta el centro de la población, empleando pequeños troncos a manera de
rodillos, por donde se deslizaba y era jalado por los hombres.Quedaba prohibido
pasar por encima del tronco o que mujer alguna lo tocara, ya que podría ser una
augurio de mala suerte para los voladores.
Al llegar al lugar donde se incrustaría el mástil de madera, se tejía a
su alrededor una escalera de liana o soga que permitiera llegar a la punta.
Antes de parar el poste en el pozo, se realizaba un ritual consistente en la
“siembra” –colocación- de un gallo o siete pollitos vivos, los cuales eran
rociados con aguardiente, además de tabaco y tamales, que en conjunto servían
de ofrenda para que el poste no reclamara la vida de los danzantes. El “palo
volador” se compone de: mástil, el cual se encuentra incrustado al suelo, en
cuyo extremo superior soporta al tecomate (manzana o mortero), aparato
giratorio y principal punto apoyo y equilibrio de los danzantes; cuadro o
bastidor, en donde se apoyan los voladores que se lanzarán al vacío, sujetos
únicamente por los “cables” de lazo amarrado y enrollados a los trinquetes del
mástil. Actualmente se ha generalizado al empleo de postes de acero con
pequeños peldaños metálicos, conservándose únicamente de madera el bastidor y
el tecomate. La altura varía de un palo a otro: el que se encuentra en la
explanada de la iglesia de Papantla mide aproximadamente 37 m ; el localizado en Tajín
tiene casi 27; y el del Museo Nacional de Antropología en el D.F. alcanza los 25 metros .
ALGO MAS QUE ADORNOS
Aunque originalmente la vestimenta de los voladores eran
disfraces elaborados con plumas de aves, debido al proceso de mestizaje la
indumentaria fue cambiando ante la influencia española. Hoy el traje empleado
en el rito es usado por los indígenas totonacas encima de sus tradicionales
prendas de manta blanca.Para la ceremonia, el volador se cubre la cabeza con un
pañuelo amplio o paliacate, sobre el que se coloca un gorro cónico, en cuya
cima se localiza un pequeño penacho multicolor en forma de abanico que simula
el copete de un ave, además de simbolizar los rayos solares que parten de un
pequeño espejo redondo que representa al astro. Unos largos listones de colores
se deslizaban por la espalda del danzante, simulando el arcoiris que se forma
después de la lluvia. El resto del tocado está adornado con flores de diversos
tonos, símbolos de la fertilidad de la tierra.Sostenidos del hombro derecho en
dirección diagonal, sobre pecho y espalda penden dos medios círculos de tela o
terciopelo rojo que representan las alas de los pájaras; encima de ellos se
encuentran figuras de flores, plantas y aves de distintos colores y tamaños,
bordadas con lentejuela, que aluden a la primavera; de la parte inferior penden
unos flecos dorados que reproducen los rayos del Sol.En la cintura del volador,
por delante y por detrás, nuevamente se aprecian los dos semicírculos con
motivos similares a los antes mencionados. El pantalón de tono rojomuestra, a
la altura de las pantorrillas, adornos de chaquira y espiguilla; en la parte
inferior se aprecian los flecos dorados, rematados por los botines de piel con
tacón alto. El empleo del color rojo es considerado como representativo de la
sangre de los danzantes muertos y la calidez del astro rey. En la Danza de los
Voladores la música se encuentra a cargo del caporal, quien ejecuta con un
tamborcillo y un flautín todas las melodías: el tamborcillo, elaborado de
madera con dos vistas de cuero, se sujeta a la palma de la mano del carpoal por
medio de un amarre a manera de pulsera; se golpea con una pequeña baqueta o
vara de madera liviana que marca el ritmo. El flautín de carrizo con tres
orificios complementa las notas del ritual. La sencillez de los instrumentos no
constituye una limitación; al contrario, demuestra una gran creatividad y los
conocimientos de armonía y acústica que posee el pueblo totonaca.
EL ÚLTIMO RITUAL
La Danza de los Voladores que la mayoría de las personas
distingue como tal es prácticamente la parte final de la ceremonia. Esta etapa
se inicia cuando los danzantes de dirigen al mástil en una fila ordenada y con
la cabeza inclinada en signo de humildad y respeto a los dioses; al frente del
grupo marcha el caporal, quien entona una melodía con su tamborcillo y
flautín.Al llegar al pie del “palo volador”, realizan una serie de giros en
torno a él, alternando las vueltas en una dirección y otra. Uno por uno, los
cuatro voladores van subiendo por el mástil hasta llegar al bastidor; allí se
colocan en cada extremo para equilibrar el peso. El último en subir es el
caporal, quien al llegar a la cima se ubica de pie sobre el tecomate, y realiza
una serie de saltos acompañados de un impresionante zapateado con el que
pareciera querer clavar un poco más el poste. Posteriormente gira sobre su eje
y señala los cuatro puntos cardinales, iniciando por el oriente para continuar
con su trayectoria hacia el lado izquierdo; después se sienta sobre la base
para realizar nuevamente los giros en la misma secuencia, pero ahora reposando
su peso sobre la espalda sin dejar de tocar sus sencillos instrumentos
musicales.
Jarabe tapatío:
El Jarabe Tapatío es un bailable ejecutado por la pareja
nacional: el Charro mexicano y la China Poblana. Fue bailado por primera vez en
1790, en el Teatro Coliseo de la Ciudad de México.
En la época del emperador Maximiliano los Jarabes se
pusieron muy de moda en la alta sociedad. El Jarabe Tapatío simboliza el
cortejo del hombre a la mujer, quien primero lo rehúsa… y después lo acepta.
El Jarabe Tapatío cuenta con los siguientes aires:
Jarabe de Jalisco - Del estado del mismo nombre
Jarabe del Atole - Dominio Público a finales de 1800's
Son del Palomo - Tal vez el son más común del folklore
Mexicano
a Jarana Yucateca - El baile típico de la Península Yucateca
Jarabe Moreliano - Del Estado de Michoacán
Originalmente el Jarabe tenía letra y se mantuvo en boga por
todo México hasta 1930 primordialmente en la Cd. de México. Los Jarabes de por
sí son la mayor expresión regional de los estados del centro y sur de México.
Algunos gozan de una complicada estructura musical que envuelven los temas
regionales más populares. El estilo evolucionó de la interpretación que los
locales le dieron a los "Sonecillos de mi Tierra", una exitosa
compañía teatral Española que visitaba los teatros citadinos Mexicanos hacia
finales y aún después de la colonia (1521-1810 AD).
Vestuario
Los atuendos masculinos y femeninos que se han popularizado
para bailar el Jarabe Tapatío tienen una diferencia de más de 100 años entre
sí.
La China Poblana fue el atuendo de las sirvientas de principios a mediados
del 1800's. El traje de Charro decorado con botonadura de plata, nació hacia
1930, después de numerosas evoluciones, desde los caporales de las haciendas
hasta los músicos urbanos de hoy.
Las "Chinas" Mexicanas
Muchas leyendas se han atribuido el traje de China,
incluyendo la romántica historia de la princesa mongol vendida en la ciudad de
Puebla quien se enamoró de su patrón criollo y confeccionó su ajuar matrimonial
basada en las modas locales pero con decoraciones Orientales.
La verdad de éste traje es que periódicamente anclaba en
Acapulco un carguero proveniente de Filipinas conocido como "Náo de
China". Las damas ricas compraban un textil conocido como
"Castor" para hacer las faldas de sus sirvientas, conocidas como
"Chinas o Chinitas". El término era completamente ajeno a su
asociación con el Oriente. Así pues, como la tela no era suficientemente larga
para llegar al piso, se le añadía otro pedazo a partir de la cintura.
Con tiempo y mucha dedicación, las Chinitas decoraban o
bordaban los diseños orientales del castor, que hoy sólo se fabrica en la Cd.
de México y Puebla. Las Chinas Poblanas modernas portan una falda tan cuajada
de lentejuela, que el "castor" sólo se puede ver si se voltea la
falda al revés.
Danza de los quetzales:
La Danza de Quetzales es una danza originaria de la Sierra
Norte de los estados de Puebla y Veracruz.
En la época prehispánica era dedicada al sol, razgo que aún
tiene reminiscencias en la corona que portan los danzantes en la cabeza.En
cuanto al origen de su nombre, existen dos teorías, la primera afirma que es
tomado porque antiguamente las coronas de los danzantes se elaboraban con
plumas del ave quetzal, que actualmente está en peligro de extinción. Otra
teoría dice que la danza toma su nombre porque se baila en la región de
Cuetzalan, Puebla.
Vestimenta
La indumentaria del danzante consta de un pantalón de razo
rojo con listones de colores a la altura de la rodilla y del tobillo, rematado
con flequillo de color dorado o amarillo. Éste pantalón se viste sobre el
pantalón blanco de manta de uso común entre los habitantes indígenas de la
región. Viste camisa blanca de manta que actualmente se ha sustituido por una
camisa blanca de vestir; sobre ella se portan dos capas triangulares que
repiten el patrón de los listones y el flequillo dorado al rematar.
Una de ellas es
forzosamente de color rojo como el pantalón y la otra, llamada contracapa puede
variar en color de acuerdo a la región, siendo los colores más comunes el
verde, azul y amarillo. Algunas capas presentan motivos bordados ya sea en hilo
o con lentejuela y chaquira, generalmente de la propia ave, del sol o alguna
flor.El danzante calza huaraches de tres puntos, también llamados de "pata
de gallo" que constan de una suela de llanta y una correa larga de cuero
curtido que perfora la suela en tres orificios.Se cree que esta danza es de
origen prehispánico. En la actualidad es ejecutada en su contexto original
(Fiestas patronales de las comunidades) por los miembros de los grupos
indígenas nahuas y totonacos; y fuera de su contexto por grupos de danza folclórica
mexicana. También la danza quetzal influye mucho en la vida,ya que sigue siendo
una danza muy importante de México y puede llegar a romper fronteras siendo una
de las principales danzas mexicanas. En nuestra cultura influye mucho ya que es
bailada por miles de habitantes en su natal estado.
La danza de las plumas es uno de los más populares y
vistosos de los bailes tradicionales de México. Dura varias horas. Es un número
obligado en las ferias que celebran todos los años en el estado de Oaxaca. Le
sirve de tema un acontecimiento histórico: la conquista de México. Figuran
entre sus personajes: Hernán Cortés y Xochitl, princesa azteca leal a
Moctezuma. Xochitl va ataviada con plumas y pieles que, contrastando con el
traje de seda rosada y el sombrero de paja de la Malinche, denotan la fidelidad
de la una a su raza y la sumisión de la otra al conquistador: Acompañan a
Cortés comparsas en llamativos trajes que remedan el del soldado español y a
Moctezuma otros, con pintoresca vestimenta de guerreros aztecas y enormes
morriones adornados con pequeños espejos y coloridas plumas, a las cuales debe
su nombre la danza.
Surge un clamor de los espectadores y llega el momento más
dramático de la danza. Cortes y la Malinche sorprenden a Moctezuma que reposa
con Xochitl a su lado. Los aztecas, rodeando al emperador, tratan de ocultarlo
tras la multicolor cortina que forman las plumas de sus morriones. Pero nada
vale contra la voluntad de Cortés. El español insiste en sus exigencias. El
baile de los indígenas denota ahora la esperanza desfalleciente.
Danza de baila viejo:
La Danza de Baila Viejo, esta danza se celebra en el
municipio de Nacajuca, y se realiza para agradecer las bendiciones económicas
recibidas a través de todo el año a la familia de nuestros amigos, ésta danza
no es exclusiva de una fecha o a un solo santo, es utilizado para diferentes
tipos de ofrendas y ceremonias religiosas pero siempre manteniendo su mítico
ritual.
En esta danza participan dos o cuatro jóvenes danzantes no
iniciados en la vida sexual, los cuales bailan descalzos portando sobre la
cabeza máscaras con rasgos que semejan ancianos y ancianas, en la mano derecha
un chín chín (sonaja) y en la izquierda un pequeño abanico de guano con el que
reverencian al Santo Patrón en el altar, pidiendo y agradeciendo sus bondades y
favores.
El abanico, es una oración no verbal a las deidades para
atraer buenos augurios. Se quema el Achón y se emiten gritos como parte del
pulso ritual. La música de tambor y pito que acompaña a esta danza, se compone
de varios sones. Esta danza se representa principalmente en las comunidades de
Tucta y Guaytalpa, Nacajuca.
Danza de los matlachines:
Danza de los matlachines:
Algunas de las danzas que se practicaban en los poblados de
Aguascalientes era la danza de la Pluma o Palma no fue hasta el año de 1915
cuando el señor Don Bernabé Félix formo la primera danza de Matlachines traída
de Zacatecas en donde el principal motivo era danzarle a la Santa Cruz de los
albañiles, después de varios años de esa dicha danza se formaron otras como la
del señor Don Lucio, la del señor J. Carmen Montes que aún subsiste pero ahora
con el señor sobrino de Don Carmen, que es el señor Jesús Vázquez Montes (El
Chale), después de Juan Míreles que la prosigue el señor Juan Andrade Salas; de
esa misma se fundó otra con uno de los capitanes (Juan Arenas Garca) que ahora
continua con el nombre de danza de Matlachines "Tenamaxtle" que
también sigue con la misma tradición de venerar la Santa Cruz. De estas danzas
se formaron otras en los municipios aledaños a la Capital con diferentes ritmos
y estilos, pero siempre conservando la misma tradición.
Esta danza es con un estilo encorvado y pisadas fuertes con
cierto grado de dificultad que la hacen una de las danzas con mayor vigor y
atracción.
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